El aloe vera es una planta que presenta hojas carnosas, fuertes y con espinas; sus flores son de color amarillo o rojo. Las que se utilizan son las hojas que tienen muchas propiedades.
El acíbar es el jugo que se obtiene del corte transversal de las hojas, secado y concentrado hasta que solidifica por el calentamiento a fuego lento. El gel o extracto glicerinado también es extraído de las hojas. El acíbar tiene las propiedades de laxante según dosis, eupéptico y colagogo. Las hojas son antiinflamatorias y cicatrizantes pudiendo aplicarse sobre quemaduras, ictiosis, dermatitis, eczemas y heridas.
El acíbar es contraindicado en embarazo, metrorragias, afecciones uterinas, cistitis, prostatitis, disentería, colitis, síndrome del intestino irritable y hemorroides.
Como preparar el jugo de aloe (alcíbar):
Machacar con un mortero las hojas o rallarlas y mezclarlas incluyendo la piel, la pulpa y las espinas hasta obtener una pasta homogénea. También se pueden licuar, esta preparación es muy buena para uso externo aplicándolo en compresas o apósitos.
La pulpa se prepara igual que el jugo pero se deja macerar recomendándose agregar alcohol u otro conservante. Se puede aplicar cono tópico, con algodón o un hisopo.
El zumo es obtenido de la filtración de la pulpa y es bueno para hacer inhalaciones.
El polvo de aloe se prepara con los residuos sólidos del jugo, se dejan secar al sol o en el horno a una temperatura suave, después se muele hasta formar un polvo terroso. Sirve para hacer tisanas que sirven para prevenir los mareos que o=producen los coches o barcos, también en crisis asmáticas.
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