Propiedades de la manzanilla

La manzanilla es una hierba aromática que crece en terrenos secos y soleados, y es muy común encontrarlas en el costado de los caminos. Para recolectar estas hierbas se deben cortar cuando aún no han abierto del todo las hojas, se secan extendidas en capas finas a la sombra o con calor artificial con una temperatura que no debe superar los 40 grados. Mientras las flores están en el proceso de secado no deben moverse.

Propiedades de la manzanilla: es antiespasmódica, carminativa, facilita la expulsión de gases, calma dolores articulares, favorece la producción de bilis y su expulsión al aparato digestivo, ayuda en la formación de jugos intestinales, favorece la aparición de la regla en mujeres, reduce los dolores de la menstruación y calma las tensiones de la menopausia.

Mejora los síntomas físicos de la depresión, es tranquilizante y por lo tanto atenúa los dolores de cabeza causados por tensión e insomnio, elimina las grasas, lo que lleva a una reducción del colesterol en las arterias previniendo la arteriosclerosis y la degeneración biliar y de los riñones.

Baja la fiebre, es digestivo y ayuda en casos de afecciones hepáticas. Se puede utilizar de forma externa poniendo compresas mojadas con la infusión de manzanilla sobre la zona a tratar, actúa como antiinflamatorio, reduce las afecciones alérgicas y las cicatrices en la piel.

Si se utiliza en baños ejerce la función de sedante leve: para esto se coloca al agua del baño el líquido resultante de una infusión de flores secas bien cargada, pudiéndose añadir también 15 gotas de la esencia.

También se puede preparar un aceite para realizar masajes que se prepara dejando macerar en aceite de oliva flores secas y muy desmenuzadas, calentar este líquido a baño maría moviendo de vez en cuando. Guardar este aceite en frasco hermético previamente filtrado. El té de manzanilla se puede ingerir de tres a cuatro veces en el día entre las comidas.